noviembre 25, 2009

Eterna Inocencia - Días Tristes (1997)

Las 8 de la tarde un día de verano. Es viernes, y la poca gente que sigue en la ciudad, trabajando, desfila con rapidez y concentración, en ríos relativamente inertes. Ninguno te está viendo, todos tienen su cabeza en otra parte. Quieren escaparse lo antes posible de la realidad de cemento y mármol a la que aún en febrero están condenados, y está bien. Ya sabes, el smog, el polvo, el rugido interminable de las micros, el calor. Pero a ti eso te tiene sin cuidado en ese momento, y descansas, esperando recuperar las fuerzas, en una plaza que un poco triste y oprimidamente se mantiene ante el avance de los edificios. Miras el atardecer por entre los árboles, uno particularmente rojo, y piensas que, a pesar de todo, la ciudad no es un lugar tan feo. Decides que ya es hora, que ahora viene la mejor parte. Tomas tu tabla de skate y respiras hondo ante el porvenir de la calle que te espera. Entonces pones play, pones play a este disco e inicias uno de esos momentos que sabes que recordarás por siempre. La libertad de ese viento que te envuelve, piensas en algún punto, te gustaría poder regalarla alguna vez...  a special drug, a special sound, then, nothing else matters.



Días Tristes, de 1997, sólo hace sentido cuando tiene 15 años. Ahora, yo creo que muy en el fondo sigo teniendo 15 años y quizás nunca deje de tenerlos, por lo que en realidad no puedo distinguir si este disco realmente es bueno o no. Pero para mí lo es, y hoy lo es tanto como lo era hace 7 años. Cada una de las 8 canciones de este disco cumple la impresionante tarea de, a punta de sencillez y pasión, encontrar ese equilibrio perfecto que tantas bandas de punk (punk y todas sus infinitas variaciones, aunque en el caso hablamos de una banda de hard core melódico) persiguen con cuestionable éxito: emoción y claridad, ternura y rabia, sinceridad y lirismo, melodía, calma y rapidez, vertiginosa y precisa rapidez. La música y las letras son simples, no hay nada particularmente innovador aquí, pero todo, de ser pasado por un filtro cercano, fraterno, con la habilidad de síntesis propia del punk aplicada con una intuición acojonante, termina por hacer un gran disco. Ahora, si tú piensas que todo el punk suena básicamente igual, pues acá sólo encontrarás una confirmación.




Lista de temas:

01 - Forgotten Cause
02 - I wish I could play with you
03 - Sufferland
04 - My Family
05 - Sk8 for Life
06 - Ali
07 - Skateboarding these days
08 - Días Tristes
08.1 - Let's Start the Sunrise Together (bonus)
08.2 - Mi Familia (bonus)


Bajar - 320 kbps

FLAC


Una Probadita: Eterna Inocencia - Sufferland

7 comentarios:

Constanza Marchant dijo...

¿Joaquin?

¿Eres tú?

Mono dijo...

No. Para un Joaquín en exclusiva visite:

http://tintayniebla.blogspot.com/

Brightsun dijo...

Puta que buen CD JP, siempre me alegra el dia un buen punk.
A todo esto, ¿quién cresta puso las fotos del lado? o.O

Brightsun dijo...

(Debo decir también que me hace CALETA de sentido lo que escribiste en la reseña...y como he dicho varias veces, madurar es una tremenda hipocresía -citando a don Julio-, así que en el fondo considero que todavía tengo 15 años)

Cristopher Martinez dijo...

en 320 kbps y FLAC
nose como sera la banda, pero
bien ahi!

Unknown dijo...

que buen disco...soy un adulto resistiendo y eso me hace eternamente joven

Unknown dijo...

que buen disco...soy un adulto resistiendo y eso me hace eternamente joven